Alesandra Rebagliati

Espacio entre las cosas









¿Debo soñar uno peor?

Sí, deseo un mundo más amplio, ¿Debo desear un más estrecho?

– Otto Piene, "Caminos al paraíso"

Cero 3 (julio de 1961)

Cero es el silencio. Cero es el comienzo. El cero es redondo. Cero gira. Cero es la luna.

El sol es cero. Cero es blanco. El desierto es cero. El cielo por encima es cero. La noche.


El hombre industrial occidental se ha definido a sí mismo en un nicho que se encoge de la separación, el aislamiento y la condescendencia frente al mundo natural, mientras cree que lo ha conquistado. Esta creencia, con sus mitos y racionalizaciones, que culmina en un ejercicio ilimitado de juicio propio, vinculado a una tecnología de “avanzada” postulandose a sí mismo contra el medioambiente “externo. Ecocidio y extinción son ahora auténticas posibilidades.

Una naciente función o papel de arte; el artista y la estética se apoyan en contrarrestar y revertir esta creencia, estos mitos y racionalizaciones. A través de la encarnación sensual de una selecta gama de percepciones el arte, genera indirecta y directamente, estratagemas de purificación y modelos ecológicos del mundo. De la imagen de un ciervo pintado en las paredes de Lascaux hace unos 15.000 años a la articulación electrónica más reciente de la luz, el valor único de la forma artística deriva de su "capacidad para transmitir información que no puede ser codificada de cualquier otra forma".


Regina de Jimenez
Lima, abril 2016